¡Hola!!
Parece que el verano ha venido agitado y ni tiempo de pasarme casi por aquí. Me he dado cuenta que no os había enseñado nada de mi huerto. Desde el invierno AQUÍ no habíais visto nada. Salvo los que me seguís por instagram y face.
Mi primera temporada para un huerto grande fue el pasado invierno y es completamente diferente al verano. Es increible ver como al cambiar de estación cambia el aspecto de la tierra, la forma de tratarla y todo lo que en ella crece.
Más o menos lo nuevo que se planta para el verano se hace en abril y mayo. Yo fui un poco tarde por tiempo y hay cosas que han crecido más que otras pero hay que ser paciente. Para que veáis como se transforma todo en un mes os voy a poner fotos de principios de mayo y de finales de junio. Ya he comido los primeros calabacines, lechugas y pimientos y estoy deseando probar las berenjenas. Las cebollas que planté en invierno ya están gorditas y voy cogiendo cada semana las que necesito.
Ahora ya no pienso en la comida y voy al super a comprar. Ahora compro en mi huerto y luego pienso que cocinar con lo que he recogido. Y a veces pienso que es así como lo hacían nuestros abuelos y bisabuelos. Y sienta muy bien dar la vuelta al cerebro para acostumbrase a tener lo que da la tierra porque te ayuda a pensar al revés, en aprovechar mejor el tiempo y los recursos. Y es una buena enseñanza.
Bueno…..menos palabrería y a las fotos!!!
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