Cada vez hay más tejidos sostenibles innovadores hechos con residuos. Ya no son ciencia ficción. Con ellos se elaboran prendas que podemos encontrar a la venta.
Me parecen muy interesantes los tejidos sostenibles que están hechos de residuos porque es una forma de reutilizar los desechos y que no se acumulen en los vertederos.
Todos suponen una revolución porque producen una menor huella ambiental, ya que reducen los residuos que generamos y no se usan materiales tóxicos.
Se consideran tejidos sostenibles porque son responsables en su producción y se elaboran considerando su impacto ambiental.
Ya te hablé de tres de ellos. Eran fabricados a partir de residuos vegetales: naranja, piña y café.
Se que te gustó mucho descubrir vaqueros hechos con café o bolsos de piña.
Esta vez también voy a contarte tres más. Y no son ciencia ficción. Ya hay empresas que fabrican productos con ellos.
Antes todas estás iniciativas se creaban en las universidades, pero cada vez más son las empresas las que toman las riendas de la innovación para buscar tejidos sostenibles.
BANANA FIBRE
La fibra de plátano es una de las fibras naturales más fuertes del mundo. Es biodegradable y de mucha durabilidad.
Es similar a la fibra natural del bambú y se puede utilizar para hacer diversos tejidos, gruesos y finos. Las fibras más gruesas y resistentes se toman de las vainas externas de los árboles de plátano, mientras que las vainas interiores dan como resultado fibras más suaves.
Se fabrica desde principios del siglo XIII, en Japón. Su fabricación fue disminuyendo frente a otras telas más populares. Actualmente también se obtiene papel de fibra de plátano y con él se hacen carteras, bolsos o cuentas de collar.
Las telas hechas del plátano son suaves. flexibles y transpirables. Se comparan a menudo con la seda.
QMILCH
Su nombre nos puede indicar la procedencia. Se realiza con la leche que ha sido descartada para el consumo humano y se transforma en una fibra similar a la seda.
La fibra de leche se hace con la llamada caseína -que son los sólidos blancos que se acumulan sobre la leche agria- se seca hasta formar una especie de harina. Esa harina se mezcla con agua y se amasa.
Para obtener la fibra se necesita una máquina similar a la que se usa para moler carne. Tiene dos espirales que no sólo calientan la caseína sino que la vuelven maleable. Ese material luego se presiona hasta que sale en forma de hebras que son más delgadas que un cabello.
Con unos seis litros de leche agria se puede hacer un vestido. El proceso es rápido y tiene un consumo bajo de agua, si se compara con la producción de otros textiles.
Tiene un precio más alto de producción que otros textiles, pero es muy beneficioso para quienes tienen la piel sensible y que tienen alergias con tejidos convencionales.
MUSKIN – CUERO DE SETAS
Es una tela muy resistente, similar al cuero y a la gamuza pero que está hecha a partir de hongos.
Este nuevo material se llama Muskin, es similar al cuero, pero tiene la ventaja de que el curtido está libre de químicos tóxicos y el material es totalmente natural.
Se extrae de la parte superior de las setas, y generalmente, se cultivan para este uso. La ausencia de sustancias químicas hace que el material sea no tóxico e ideal para la fabricación de piezas que entran en contacto directo con la piel.
Además los científicos han identificado que el Muskin no promueve el crecimiento de bacterias y tiene una gran capacidad de trasnpirabilidad. El tejido es resistente al agua.
Estas características lo hacen ideal para plantillas, zapatos o correas de reloj.
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Y esto es solo el principio. En otros posts te hablaré de más tejidos muy interesantes.
Yo solo espero que pronto sean accesibles para las marcas pequeñas, porque algunos exigen una alta producción y stock.
Espero que te haya gustado. En unos días te vuelvo a escribir.
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CRISTINA
“Abrir tus ojos a los cambios, pero, entre tanto, no pierdas de vista tus valores” Dalái Lama
